Acampar solos es una experiencia enriquecedora por dónde la miréis y no podemos permitir que cualquier situación nos ponga en riesgo y la convierta en una experiencia amarga. Aunque hayáis acampado más de una vez, hacerlo solos puede ser un reto y hay que saberlo llevar con seguridad y astucia, por eso me permito daros estos consejillos para que sea todo un éxito.
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En este artículo encontrarás
- 1. Prepararse bien, muy bien
- 2. Incluir un dispositivo de emergencia
- 3. Empacar mucha agua y mucha comida
- 4. Conectar con otros campistas
- 5. Empacar ligero
- 6. Aprender a mantener la calma de la mente
- 7. Comprobar el clima
- 8. Ser discretos
- 9. Hacer contacto visual
- 10. Esperar lo mejor, pero planificar lo peor
1. Prepararse bien, muy bien
Viajar e irse de campamento solos nos podría dejar en una situación vulnerable, por lo que estar preparados es esencial en esta situación. Lo mejor que debéis hacer para aseguraros estarlo es precisamente hacer una lista previa o planificarse antes de salir de casa.
Antes de salir, me gusta colocar las cosas organizadas en el pasillo de la sala, por ejemplo, es una forma segura y efectiva de hacerlo porque tenéis todo a la vista, vuestra linterna, vuestra carpa, saco de dormir, comida, agua, todo. Emplead la técnica que mejor os vaya, pero aseguraros de no dejar nada esencial en casa.
Parte de prepararse es también dejar todo listo en casa, es decir, decirle a un familiar o amigo que se encargue de mirar vuestra casa, de pagar lo que tengáis pendiente, en fin, de esas cosas del día a día y que quedarán descuidadas porque no estaréis ahí.
Pero lo más importante de dejar las cosas listas en casa es contarle a alguien de familia cuál es vuestro itinerario, a qué horas estarás en tal o cual lugar porque será esa persona la que pueda salir por vosotros en caso de una emergencia.
También es recomendable hacer el recorrido desde casa, me refiero a estar informados sobre el lugar al que vamos a acampar de antemano, saber que tiene sus zonas peligrosas o que no, que debo evitar esto o aquello, que mis opciones son estas y estas otras, eso os permitirá tener una visión más amplia, los ojos y las pilas bien puestas.
2. Incluir un dispositivo de emergencia
¿Tenéis un GPS? ¿Y un mapa en físico como la vieja escuela? Es bueno pensar si el GPS falla, cómo resolver en situaciones que necesitéis localizarse. Es bueno también tener un banco de batería para vuestro móvil para no quedaros sin batería a mitad de una situación de riesgo o emergencia. Yo recomiendo incluso llevar spray de pimienta para atacar a quien intente haceros daño, que no nos agarren desprevenidos, eso por nombrar algunas cosas.
Recordad que siempre es mejor prevenir que lamentar y eso es literalmente más que un dicho, es la realidad, especialmente cuando estéis solos así que debéis considerar cuáles son aquellas cosas que puedan contribuir en vuestra seguridad.
3. Empacar mucha agua y mucha comida
Y, sí, digo mucha porque a veces decir suficiente no es suficiente porque debéis empacar siempre más de lo que creéis que necesitaréis. Primero porque no sabemos si estaremos más tiempo del que hemos planificado o si surge un inconveniente.
No hay que llevar menos de 11 litros de agua y dependiendo de los planes de campamento dispersos, hasta 22 litros, así como un filtro de agua. También había que llevar bebidas diversas, pero nunca hay que estar hidratados para evitar los ataques de deshidratación que nos restan rendimiento y nos hacen pasar un mal rato.
Es bueno tener comida que podáis comer en todas las situaciones, hablo de frutas que no necesitan cocinarse o una buenas bocatas, pero siempre hay que tener a la mano cosas que nos permitan reponernos en un bajón o momento de hambruna.
4. Conectar con otros campistas
Hay que ser consciente del terreno circundante, de las personas que tenemos alrededor, de si hay más campistas cerca y observarlos y, de ser posible, conectar con ellos porque será vuestros vecinos, probablemente serán aliados en caso de emergencia, podrán ofrecerlos la tranquilidad de saber que podéis contar con ellos e incluso os podrán dar recomendaciones. Podéis tener vuestras preciadas horas de soledad, pero sabiendo que contáis con esas personas que están a vuestro alrededor.
Por otro lado, es también bueno acercarse a los guardabosques y que sepan que estáis ahí, ellos serán vuestros mejores aliados en cualquier momento de angustia y hasta en la mínima emergencia como quedarse sin agua, por ejemplo.
5. Empacar ligero
Viajar solos tiene muchos beneficios, como el de tener un equipaje más ligero que si viajarais con otros y la verdad es que pocos hacen valer este beneficio y terminan por empacar mucho más de lo que necesitan cuando la verdad es que minimizando el peso a cargar, ayudáis a no ponerle demasiado peso a vuestro cuerpo y a rendir más en el camino, entre otras cosas.
Cada gramo de equipaje extra que llevéis ralentiza vuestro ritmo y alarga vuestro tiempo en el camino. Viajar liviano también significa que será más fácil transportar las cosas en terrenos difíciles o si estáis haciendo una excursión o si os animáis a hacer un viaje en canoa, por ejemplo, cuando estéis en esta situación es que agradeceréis no haber llevado esa hornilla de cuatro fuegos o esa hamaca de más.
6. Aprender a mantener la calma de la mente
La mente es la clave de todo y mantenerla en calma ante situaciones de estrés o peligro puede hacer la diferencia. Por otro lado, no será para nada conveniente arrastrar hasta vuestro viaje de acampada la oleada de preocupación y miedo que quizá estéis experimentando en vuestra vida diaria, aprovechad este momento para desconectar y para liberaros de ese peso mental que pudiera jugar en vuestra contra ahora que os encontráis solos y en el medio de la nada.
Saber cómo hablar para no preocuparse por las cosas y ralentizar la mente será una estrategia importante. A mí, particularmente, me gusta crear un mantra o una pequeña charla que pueda decirse en voz alta cuando me veo en una situación de pánico o angustia. Aprovechad que sois vosotros con vosotros mismos y que no hay un tercero para juzgaros.
7. Comprobar el clima
Esto puede sonar básico o tonto, pero os ayudará a prevenir más de un desastre y hay aún personas que olvidan hacerlo antes de salir a acampar. Si ay pronóstico de lluvias y tormentas, será una tontería poner en marcha un plan para acampar bajo los árboles y junto a un lago o zona de peligro.
Esto incluso os dictará qué ropa llevar, si hará mucho frío debéis estar mucho más abrigados de lo que imagináis, si hace mucho calor debéis llevar prendas cómodas, que no os irriten la piel, telas cómodas y frescas. Aunque yo siempre recomiendo llevar un pongo y un abrigo de más por si aparece una lluvia no pronosticada o una ola de frío nocturna que no nos esperemos.
8. Ser discretos
No será necesario ir todo el camino comunicándole a todos que esta es vuestra nueva o primera aventura y acamparéis solos, es mejor pasa desapercibidos, conectar con vuestros vecinos, como os lo sugería arriba, no necesariamente implica gritar a viva voz que estáis solos.
No hay necesidad de decir a los cuatro vientos que tenemos miedo, que no nos sentimos seguros o que tenemos angustia, eso es algo que podemos quedarnos nosotros y superarlo porque podría ponernos en una situación de vulnerabilidad frente a otros que pueden ser inescrupulosos y aprovechar de sacar ventaja de nosotros. No se trata de paranoia, es solo pragmatismo.
9. Hacer contacto visual
Para acampar solos hay que tener confianza y ese mismo sentido de confianza es importante a la hora de hacer contacto visual. Un simple gesto como ese puede cambiar la sensación de indefensa.
Tenéis que estar dispuestos a ser un poco incómodo para ver a extraños e incluso a animales directamente a los ojos para demostrar que vosotros estáis en control y que no tenéis miedo, lo que puede ayudaros a disminuir el riesgo de ser atacados por alguien o algo, pero también os permite evaluar si esa persona significa un peligro o no.
10. Esperar lo mejor, pero planificar lo peor
No, no se trata de ser o parecer pesimistas, pero se trata de tener las herramientas necesarias para poder enfrentar cualquier situación y poder salir ilesos con un plan de escape. Debéis prever qué puede salir mal y cómo salir de ahí airosos, la mejor manera de salir y las áreas cercanas a las que podéis acudir para obtener ayuda, de ser necesario.