Viajar es una de las opciones más gratificantes para conocer el mundo, disfrutar de su belleza y singularidad; no obstante, cuando intentáis decidir que llevar en la maleta podéis entrar en pánico sobre todo si soléis dejar todo para el último momento. Por ello, en la siguiente reseña os compartiré algunos trucos fáciles que transformarán vuestra forma de empacar y de hacer recorridos, incluso si sois un perezoso procrastinador.
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En este artículo encontrarás
- 1. Mantened una canasta a mano
- 2. Dejad vuestra ropa en una lavandería
- 3. Usad una misma ropa de viaje
- 4. Programad un tiempo de embalaje
- 5. Comprad y llevad ropa sin arrugas
- 6. No desempaquéis vuestra maleta
- 7. Obtener el TSA pre-check
- 8. Sed el último en abordar y bajar de un avión
- 9. Haced una lista de lo que lleváis en las valijas
- 10. Guardar las listas viejas de embalaje
- 11. Ir a los bares
- 12. No hagáis demasiadas compras
- 13. Disfrutad del servicio de habitaciones
- 14. No tratéis de ver el mundo en un mes
- 15. ¿Viajaréis solo o acompañado?
- 16. Pre-empacar vuestros artículos de tocador
- 17. Comprad cosas cuando lleguéis
- 18. No desembaléis vuestro kit de artículos de tocador
- 19. Usad los autobuses Hop-On Hop-Off
- 20. No temáis: Caminad en todas las direcciones
- 21. Viajar es una aventura
- 22. Reservad un resort con todo incluido
- 23. Aprovechad la oportunidad para descansar de todo
- 24. Comprad un pase de la ciudad
1. Mantened una canasta a mano
¿Sois de los que esperáis hasta el último minuto para empacar? Al respecto, un buen truquillo que podéis implementar un mes antes de vuestro viaje, es que tengáis una canasta en vuestra habitación, en el cuarto de lavado o en el baño.
La idea es que cada vez que tengáis algo limpio en mano o algún artículo que sepáis que vais a utilizar en vuestra nueva aventura, simplemente sea lanzado por vosotros a dicha cesta, esto hará que no olvidéis nada importante y que tengáis todo reunido en un solo lugar; además si os llega el día del vuelo y aun así no habéis ordenado los objetos, antes de que entréis en pánico, simplemente podéis tirar todo el contenido de la canasta directamente a las valijas antes de partir al aeropuerto.
2. Dejad vuestra ropa en una lavandería
Cualquier persona que viva en un piso o una casa sin una lavadora y una secadora está familiarizado con las alegrías del servicio de «lavado y doblado» de ropa que ofrecen muchas lavanderías.
Por lo tanto, si estáis muy atareado dejando todo en orden antes de partir y no tenéis tiempo para asear vuestra vestimenta, simplemente dejad vuestra ropa sucia en el servicio, y regresad unas horas más tarde para recogerla limpia, fragante y perfectamente doblada.
Como veis la belleza de este tipo de negocios os permitirá dejar cada indumentaria doblada en vuestra maleta, sin necesidad de que la lavéis y dobléis por cuenta propia. En realidad no considero que la practicidad sea asunto de vagos, no obstante si el tiempo apremia o realmente sois perezosos, os sugiero elegir un lavadero que ofrezca un servicio de puerta a puerta, así podréis recoger, limpiar y entregar vuestra ropa sucia sin tener que salir de casa, cosa que solamente haréis cuando llegue el día de abordar el avión.
3. Usad una misma ropa de viaje
Otra forma de ganar tiempo y hacer todo más sencillo al momento de viajar, es que os comprometáis con usar siempre una misma ropa cada vez que toméis un vuelo, tal cual como si de un uniforme de piloto se tratase.
Esto es lo que hago en cada travesía: he escogido de mi guardarropa un conjunto cómodo, presentable y cálido, elementos que considero esenciales ya sea que estéis en el aire durante 1 o 20 horas. El truco consiste en que elijáis algo y lo tengáis limpio y listo para usar. De esa manera, no tendréis que estresaros y estar pensando en último momento ¿qué me pongo? ¿Me veo mejor con esto o con aquello? Por tanto ya lo sabéis, con al menos un atuendo para vuestro viaje, solo tendréis que vestiros y listo.
4. Programad un tiempo de embalaje
El tiempo puede esfumarse los días previos antes de iniciar vuestra travesía por el aire, por tierra o por mar, además, los últimos arreglos del papeleo en la oficina, en la universidad y las responsabilidades hogareñas diarias, pueden hacer que el empacado se haga siempre en el último momento. Por ello, un buen truquillo consiste en que programéis de manera estricta y un par de noches previas, el embalaje de cada una de vuestras maletas. De esa manera no estaréis frenéticos el día de viaje.
5. Comprad y llevad ropa sin arrugas
Si vuestros atuendos están manufacturados con telas sin arrugas, no tendréis que preocuparos por empacar cuidadosamente vuestras prendas de ropa y mucho menos tendréis que estar invirtiendo tiempo en plancharlas cada vez que vayáis a salir a un recorrido diferente. Simplemente podéis colocar vuestras prendas adentro de la valija, arrojadlas en la parte inferior del equipaje de mano, o incluso en un bolso viajero: en realidad no importa donde las coloquéis, ya que al estar elaboradas con materiales especiales, siempre lucirán frescas en cada destino.
6. No desempaquéis vuestra maleta
No desempaquéis completamente vuestros bolsos viajeros. Las cosas importantes que necesitaréis en cada trayecto siempre deben permanecer en vuestras valijas, aun cuando estéis en casa. Con esto me refiero a que podéis dejar en su interior artículos como la almohada para el cuello, un adaptador de corriente, una frazada y otros elementos esenciales de viaje que siempre deberéis tener a mano en todo momento, y que además no soléis requerir en el hogar.
Al hacer esto os dará menos tareas y cosas por organizar y empacar, os brindará espacio de almacenamiento en casa, y además, no tendréis que preocuparos en el próximo viaje de que olvidáis tales artículos, cuando ya están empaquetados: un truco genial y simplemente perfecto para aquellos perezosos antes y después de cada aventura increíble.
7. Obtener el TSA pre-check
Como sabéis en los últimos tiempos y a partir de los atentados del 11 Septiembre en Estados Unidos, las medidas de seguridad aeroportuarias se han ido incrementando en los pasos fronterizos. Uno de los departamentos creados para vigilar tal situación ha sido llamado TSA por sus siglas en inglés Transportation Security Administration, que puede traducirse como Administración de Seguridad de Transporte, la cual entre otras funciones determina qué pasajeros son elegibles para lo que se conoce como TSA PreCheck y así pasar con mayor rapidez los controles antes de subir a bordo.
Con el pasar de los años, este tipo de departamentos se ha ido adoptando en Europa bajo el nombre de EASA Pre-Check (EASA Pre-Check) es decir la European Aviation Safety Agency. Una de las primeras compañías aéreas en adoptar este servicio ha sido Lufthansa, y en España a nivel general tendría cierta equivalencia con la Guardia Civil del control de aduanas.
Lo cierto de todo esto, es que si queréis sentiros como todo un privilegiado ante la multitud de viajeros y destinos, podéis aplicar y pagar una membresía, siempre y cuando seáis una persona elegible.
Este chequeo previo os dará beneficios tanto en la llegada como a la salida, ya que pasáis por un filtro rápido en donde no debéis quitaros los zapatos, sacar el ordenador o dejar objetos porque exceden la capacidad de líquidos. Igualmente también permite pasar de forma rápida a los controles de pasaportes por lo que tenéis beneficios en las dos fases de un vuelo.
Así que ya lo sabéis, esta alternativa puede ahorraros tiempo y molestias innecesarias.
8. Sed el último en abordar y bajar de un avión
Para evitar estresaros en grande, pensadlo bien: ser el último en abordar un avión y el último en bajarse puede convertirse en un excelente truco para viajeros perezosos, aunque sinceramente pienso que antes que flojos, se trata de los más astutos.
Tal como lo leéis, mientras el avión abre sus puertas, podéis evitar las colas de todos los que se codean y empujan por descender de primeros. En vez de eso, os sugiero relajaros, y dejad que todos salgan antes. Una vez incluso, el propio capitán de la aeronave nos ayudó con nuestras maletas, así que tuvimos el placer de conocernos e intercambiar unas palabras.
En el caso del abordaje, podéis aprovechar a cargar vuestro teléfono y enviar correos electrónicos de última hora mientras todos los demás hacen filas intentando entrar.
Dicho esto, aunque podéis estar más tranquilos, aseguraros de estar atento a los altavoces y a las pantallas electrónicas, no vayáis a perder el vuelo.
9. Haced una lista de lo que lleváis en las valijas
Una excelente idea para ahorrar tiempo y mantener la cabeza en orden, es que creéis una lista en vuestro móvil celular la próxima vez que empaquéis. Así estaréis al tanto de todo lo que habéis guardado en vuestros bolsos y maletas viajeras.
10. Guardar las listas viejas de embalaje
Lo más probable es que terminéis haciendo viajes que requieran empacar artículos similares. Así que en consonancia con el punto anterior, os sugiero mantener las listas de travesías antiguas.
Todo sirve, podéis incluso clasificarlas según hayáis ido de vacaciones a la playa en la bella Creta, a la estación de esquí en Santa Caterina en Bormio, o los montañosos Andes; de esta manera, siempre tendréis un listado de al menos lo básico. La mejor manera de hacer esto es guardarlas en vuestro ordenador o teléfono inteligente, de modo que no perderéis tiempo recordando dónde dejasteis las que escribisteis a mano.
Así cuando se aproxime vuestro nuevo destino viajero, podréis armar o tener a mano una lista de empaque definitiva, que incluya artículos esenciales como un cepillo de dientes, una toalla de viajero, y una pasta de dientes, entre otros.
11. Ir a los bares
Cuando estáis de viaje, los bares son lugares donde podéis descansar y ver transcurrir la vida de la ciudad. Por supuesto, no me refiero a las discotecas, sino a los lugares donde la gente local se reúne, degusta bebidas y está dispuesta a hablar de diferentes tópicos universales.
Simplemente podéis comprar un periódico, sentaros y mirad a aquellos que entran o se van. Si alguien comienza a hablar, animaros y uniros al tema, incluso si el tema no parece interesante.
Finalmente si estáis en uno de estos bares escribe, es una excelente forma de relajaros, así como una gran idea de que llevéis con vosotros un diario de viaje y anotéis vuestros recuerdos, nombres, lugares históricos y arqueológicos que hayáis visitado, personas que conocisteis, en fin, todos los datos curiosos que os apetezcan inmortalizar bajo vuestra pluma audaz.
12. No hagáis demasiadas compras
Antes de que os llenéis de miles de cosas pesadas y que pueden agotar vuestros ahorros de viajes, es preferible que gastéis dinero en esas cosas, que no ocupan mucho espacio y que os darán bellos y gratos recuerdos: entradas al teatro, visitas a restaurantes, excursiones, etc.
13. Disfrutad del servicio de habitaciones
Un hecho sobre el servicio de habitaciones es que los costes son casi siempre los mismos que los de los restaurantes del hotel. Por lo tanto, si os habéis sentido demasiado perezoso para salir a comer, también podéis disfrutar del servicio a la recámara, solo os digo que no se vuelva demasiado habitual, ya que podríais estaros perdiendo del color local.
14. No tratéis de ver el mundo en un mes
Es mejor quedarse cuatro o cinco días en una ciudad que visitar cinco ciudades a la semana. Cada lugar tiene sus encantos y secretos que necesita tiempo para mostrarse desde todos los ángulos, así que dejaros seducir por cada maravilla, en cada viaje.
15. ¿Viajaréis solo o acompañado?
Cuando viajáis solo es la única manera en que realmente podéis dejar vuestro país y hacer lo que queráis, llevar vuestro ritmo y aventuraros sin que nadie os sabotee la travesía.
Por otra parte, cuando viajáis en pareja puede ser completamente romántico y divertido, pero si lo hacéis con un grupo, las cosas pueden complicarse, continuaréis hablando español, seguiréis las instrucciones del guía y con probabilidad estaréis fatigado de tanto hablar sin poder apreciar todas las dimensiones del lugar que estáis visitando.
16. Pre-empacar vuestros artículos de tocador
¿Conocéis esas pequeñas muestras de productos que vienen gratis con la compra de algún artículo, o aquellas que os regalan después de un corte de cabello, o cuando vais al dentista? Pues son geniales para cuando vayáis a viajar, simplemente guardadlas en vuestra bolsa de artículos de tocador, y tenedla lista para vuestras próximas vacaciones.
Otra alternativa es que llevéis de recuerdo, los artículos de tocador que colocan en los hoteles: ponedlos en el neceser y no tendréis que preocuparos por decantar todos sus líquidos en botellas individuales o especializadas en vuestro próximo vuelo.
17. Comprad cosas cuando lleguéis
En consonancia con el punto anterior, si sois demasiado perezosos, podéis optar por adquirir los productos de tocador o cualquier otra cosa que necesitéis directamente en vuestro destino. El inconveniente es que perderéis tiempo y gastaréis dinero dispuesto para el viaje; no obstante, no podéis ocuparos de todos los problemas futuros, ¿verdad?
18. No desembaléis vuestro kit de artículos de tocador
Igualmente podéis optar por usar los contenedores de viaje para todos esos productos del cuidado diario que necesitáis: champú, bálsamo para el cabello, enjuague bucal, dentífrico, etc., y simplemente volved a llenadlos cada vez que los agotéis.
Lo importante es que siempre tengáis los frasquitos listos en un estuche resistente y plástico, que funcione como una barrera bloqueadora en caso de derrames. Si contáis con ello, no tenéis porque desempacar el kit de vuestro bolso de mano, una vez que hayáis retornado a casa, así ahorraréis tiempo vital al momento de un embalaje próximo.
19. Usad los autobuses Hop-On Hop-Off
En la mayoría de las ciudades más relevantes y sobre todo en aquellas que suelen recibir a millones de visitantes por año, suelen existir los autobuses Hop-On, Hop-Off, los cuales ofrecen una práctica y divertida manera para que aprendáis a orientaros y conocer todo de manera rápida en vuestro próximo destino.
De tal manera que si soléis extraviaros con frecuencia, o simplemente queréis hacer un recorrido completo que os permita bajaros y subiros de la unidad en cada una de las paradas, puede ser una gran opción que os animéis a comprar un pase. Los hay estándar, pero también los que incluyen entradas a museos y principales sitios de interés.
Lo bueno de estos boletos, es que si estáis muy flojo o cansado de recorrer a pie o de tomar el transporte público habitual, encontraréis en este tipo de unidades, la solución perfecta para vosotros.
20. No temáis: Caminad en todas las direcciones
Algunas personas tienen miedo de perderse durante un viaje. Sin embargo, cuando os atrevéis a explorar y os dais el permiso de compenetraros con los sabores y colores locales, podéis llevaros unas cuantas sorpresas agradables. Por tanto, no temáis, simplemente guardad en los bolsillos vuestra tarjeta del hotel o del lugar donde os hospedáis y en caso extremo, tomad un taxi mostrándole la dirección al conductor: ¡Despreocuparos!
21. Viajar es una aventura
En consonancia con el punto anterior, atreveros a explorar y divertiros: a veces es mejor descubrir una iglesia desconocida, o algunos vestigios poco visitados de los cuales nadie haya oído, antes que ir a Roma y sentirse obligados a visitar la Capilla Sixtina. Bien sea que alquiléis un coche, una bicicleta o vayáis a pie, sentiros libres de relajaros ante los condicionamientos de lo que indique el común en la sociedad, de que es lo que deberíais conocer en determinado viaje. Definitivamente al abriros a la aventura, podríais cambiar vuestra vida.
22. Reservad un resort con todo incluido
Si la idea de tumbaros en una playa y que os lleven comida y bebidas ilimitadas os parece la más atractiva, simplemente reservad un todo incluido para las próximas vacaciones. No importa si algunos los llaman complejos para perezosos o para gente relajada, lo que si es cierto es que no tendréis que preocuparos por nada como dónde comer, cómo conseguir lugares divertidos u organizar actividades: el resort lo hará todo por vosotros, solo que el bolsillo puede verse algo comprometido.
23. Aprovechad la oportunidad para descansar de todo
Estamos acostumbrados a estar en contacto, contestar llamadas telefónicas, revisar el correo, publicar fotos, pero durante el viaje, todas esas acciones pueden volverse inaccesibles y nos darán hasta pereza, asunto que si lo miráis bien, puede ser maravilloso.
Así que viajad tanto como podáis, disfrutad cada momento, aprended y recoged cuantos recuerdos podáis. Después de todo, esos instantes no caducan y no tienen fecha de caducidad.
24. Comprad un pase de la ciudad
La mayoría de las ciudades principales suelen ofrecer algún tipo de pase integrado para los visitantes que por lo general incluye entradas a los museos más destacados, sitios históricos y arqueológicos de renombre, acceso al transporte público y entrada a las atracciones turísticas populares.
Estos boletos no solo os ahorran dinero, sino también tiempo y planificación. Tampoco tendréis que disponer de horas valiosas averiguando cómo podéis entrar a un determinado lugar. Por tanto es un truco genial para todos aquellos que quieren viajar despreocupadamente. ¿Entonces, cuál es vuestro próximo destino?